
I PARTE
Por definición, los refugiados son personas que han abandonado su país debido a una amenaza inminente a su vida e integridad por causa de un conflicto armado u otras razones de persecución, esta es una condición esencialmente provisional que termina junto al fin de los enfrentamientos y la firma de acuerdos de paz, sin embargo para los refugiados palestinos la espera se ha prolongado por casi 60 años.
“Encontró su pueblo en pleno desconcierto; tras un ataque de artillería que dejó tres muertos, la población decidió refugiarse en las colinas que había hacia el este, hacia Halhoul y Hebrón: “Empaquetamos todo lo que podíamos llevar con nosotros y nos fuimos. Sólo teníamos cinco fusiles dejados por los británicos, y pronto nos dimos cuenta de que con ellos no podríamos detener la ofensiva. Apenas habíamos pasado un mes en Halhoul cuando las fuerzas judías atacaron y nuestra familia decidió irse a Jericó, en el valle del Jordán, detrás de las líneas de la Legión Árabe de Jordania. Nos amontonamos todos en los automóviles y yo, por mi parte, me dirigí a pie a Jericó...” [1].
Este es el testimonio de Abu Nabil, un refugiado palestino nacido 1931 en el pueblo de Zacaria, situado a unos 25 km . Al sudeste de Jerusalén. En 1947 se encontraba trabajando en Gaza, cuando el conflicto se agravó volvió a su pueblo y se encontró de frente con las consecuencias de una guerra que recién comenzaba. Miles de veces repetidas estas historias conforman para el pueblo palestino el testimonio de la pérdida de su territorio y de su derecho a ser un Estado independiente.
Cuando el Plan de Partición de Palestina de las Naciones Unidas fue aprobado en noviembre de 1947, y puesto en práctica el año siguiente, comenzó un proceso que para los palestinos significaría la pérdida de su territorio. Desde esta fecha hasta la proclamación del Estado de Israel en mayo de 1948, la gran mayoría de los habitantes palestinos se habían convertido en refugiados. Fueron miles los que huyeron de los enfrentamientos armados, de los bombardeos indiscriminados a las aldeas palestinas y los ataques a la población civil por parte de las fuerzas militares sionistas.
Detrás de la puesta en práctica de este plan de las Naciones Unidas, pasaron varias décadas de lucha entre ambas facciones por el territorio, al que tanto unos como otros consideraban tener derecho. El hecho que subyace es que los palestinos eran los que habían habitado este territorio durante siglos, pero debido a factores políticos externos y a su completa exclusión como actores protagonistas de la trama que se tejió a su alrededor fueron deliberadamente marginados de los acontecimientos.
Los palestinos nunca estuvieron ausentes de los hechos que se sucedieron desde el fin de la Primera Guerra Mundial, cuando Palestina se convirtió en un mandato británico y consecuentemente no se consideró su derecho a transformarse en un Estado independiente. Las razones: el interés estratégico en este territorio por parte del gobierno británico -la mayor potencia imperialista en este período- y la campaña del Movimiento Sionista [2], que desde su fundación a fines del siglo XIX proclamaba su derecho milenario sobre Palestina.
Debido a lo anterior, durante el Mandato -desde 1920 hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial- el territorio de Palestina fue sometido a una larga serie de comisiones e investigaciones por parte de la potencia mandataria, enviadas para encontrar el origen de las crecientes protestas de los palestinos. Todas llegaron a las mismas conclusiones, la población palestina, que conformaban la población autóctona, se oponía a la inmigración judía y demandaban su derecho a fundar un estado independiente. Estas comisiones nunca negaron el derecho de los palestinos a su tierra, de hecho llegaron a la conclusión de que Palestina no se podía dividir debido a su oposición y a su reiterada reclamación a sus derechos de independencia.
La población palestina nunca se mantuvo pasiva. Las primeras tentativas de formar un cuerpo de representantes tomó forma en un Consejo Nacional Palestino que envió emisarios a las conversaciones de paz en 1919. Cada vez que las autoridades británicas se sentaban a la mesa a escuchar las demandas de ambas facciones, como consecuencia del aumento de intensidad de los disturbios en Palestina, reiteradamente eran sometidos a estudio por parte de la potencia mandataria. Las peticiones de las autoridades palestinas se repetían: el respeto a su derecho a la independencia nacional y a la autodeterminación, restricciones a la inmigración de judíos sionistas y a la adquisición de tierras en Palestina.
A pesar de lo anterior, cuando terminó el Mandato y las Naciones Unidas se hicieron cargo del conflicto decidieron que la mejor solución era repartir la tierra en disputa, para lo que se creó un plan que preveía la formación de dos estados. Las consecuencias de esta decisión, significaron en la práctica para los palestinos el fin de su existencia como nación en el territorio que habían habitado por cientos de años y la imposibilidad de conformar un Estado independiente. Pasaron a ser una nación desarraigada, una nación sin territorio, una nación de refugiados.
El hito central del origen del conflicto entre Israel y los palestinos está en el hecho de que el proyectado estado independiente palestino, no tomó forma como resultado del desarrollo de la guerra que se desató con la retirada de los británicos de la zona. La falta de organización de los propios palestinos [3], de apoyo de los estados árabes vecinos y, sobre todo, la agresiva política de expulsión por parte de los sionistas, fueron los factores que conformaron la base de lo que hoy es la cuestión palestina.
El hito central del origen del conflicto entre Israel y los palestinos está en el hecho de que el proyectado estado independiente palestino, no tomó forma como resultado del desarrollo de la guerra que se desató con la retirada de los británicos de la zona. La falta de organización de los propios palestinos [3], de apoyo de los estados árabes vecinos y, sobre todo, la agresiva política de expulsión por parte de los sionistas, fueron los factores que conformaron la base de lo que hoy es la cuestión palestina.
1. Boletín Informativo del OOPS: Los Refugiados Palestinos, Hoy. Num. 126, Mayo de 1990. Pag. 8.
2. En 1917 el gobierno británico había entregado su apoyo a la fundación de un hogar nacional para el pueblo judío, a través de la Declaración Balfour.
3. En cuanto a la falta de organización dentro de la población palestina para lograr enfrentar a un Movimiento Sionista, que ya en 1948 funcionaba como un Estado independiente con una organizativa política-administrativa (Asamblea Constituyente y partidos políticos); militar (Las fuerzas de defensa sionistas, la Haganah ); y financiera (Fondo Nacional Judío); y socioeconómica (Fundación de Colonias Agrícolas), no hay que olvidar que la Gran Rebelión de 1936-39 desmanteló por completo la organización política palestina las autoridades británicas marginaron los partidos políticos, desarmaron a la población y sus líderes fueron enviados al exilio.
Úrsula Pereira Villagra: Licenciada en Historia de la Universidad de Chile.
Es profesora de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Chile y diplomada en Lengua y Cultura Arabe del Centro de Estudios Arabes de la Universidad de Chile.
Continuara………
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